Ella transita descalza los caminos
en busca de su voz.
Mis sentires ...todos..
Ella transita descalza los caminos
en busca de su voz.
En la orilla,
Caracolas y murmullos.
Me pierdo en el divagar de las aves,
en la ensoñación de tu ausencia
/presente
/
en cada palpitar de nube.
Suave vaivén.
Oleaje y brisa
sobre mis pies desnudos.
Frio mármol/ en la orilla/.
Mi corazón/gaviota/
aquieta su vuelo,
en la contemplación del paisaje.
Un barco se aleja
hasta desaparecer en el horizonte.
/Como nuestra historia/.
Voy al
encuentro de esta noche
sin cuerpo
ni estrellas que la enciendan
arropada de
preguntas,
pero el eco
de tu nombre es el silencio.
Me dejas
sin aromas
con los
brazos acunando el vacío.
Yo no
entiendo,
como puedes
navegar las soledades,
Y olvidar.
Solo olvidar.
Yo no
entiendo,
como puedo
sonreír entre las sombras
Con los
huesos tan enamorados (y ausentes de ti).
Te pienso
en el entramado de mis bosques
con la
mente inquieta.
Las
palabras se estrujan y parecen explotar entre las vísceras,
pero allí quedan,
en el mismo
lugar que permaneces.
Despierta
el día
y con él,
la esperanza.
Creo que
llegarás,
no sé cuándo..
Que
simple es definirte.
Arrojar
la piedra.
Levantar
las pancartas de la burla.
Te
observo en la mórbida noche,
con
tu cuerpo insensible,
escondiendo
al mundo sus marcas invisibles.
Tu infancia
es una ceremonia de abandono cruel
que esconde la vergüenza.
Ayer,
la inocencia vulnerada.
Los
ojos ciegos, el miedo,
la
impunidad de los corruptos.
Hoy,
extrañas
manos te corrompen.(Aún más).
¿Qué es el amor?
¿Acaso una palabra vacía que huele a
alcohol?.
Mujer
sin nombre
que
sepultas recuerdos en la habitación negra.
Tal
vez a la vuelta de la esquina
esperes la muerte.
Cuando nos alcance la noche.
Cuando tus pupilas se dilaten
para delinear en la penumbra
las formas del deseo,
tus blancas manos escalarán los montes
mientras mis valles aguarden tu río.
Llegas,
para deslizarte
por los insaciables labios
hacia las curvas mismas
y los abismos etéreos.
En la oscuridad
gimes, clamas, susurras..
Te conviertes en eco de mis súplicas
cuando impalpables suspiros
nos elevan.
¿ Qué sería de mí
si los diamantes de tu sonrisa
dejaran de posarse en mi rostro
florecido?
Ese día,
andaría sin rumbo
hasta evaporarme entre las
líneas
que contornean la ausencia.
Te buscaría en el laberinto de
letras
que madrugan besos con sabor a café.
Tomaría los relojes
uno por uno.
y los detendría,
tan solo para contemplar la
silueta
de tu voz
suspendida en el pentagrama
de mis oídos.
Mi anhelo de reinventarte
en cada puesta de sol
sería una canción marchita.
Desde el balcón
de mis ojos
florezco frente
a ti
para entretejer
el sueño de las aves
/atrevidas/
que en
inquietante vuelo
suben por
el cáliz de tu boca
para beberte
/todo/
como en una consagración
de deseo incandescente.
Bajan por
cada huella de piel
para degustar la pasión
/en cámara lenta/.
Se deslizan
por cada peldaño de escalera otoñal,
adivinan nuevos horizontes,
y en una experiencia religiosa
copulan el nuevo amanecer.
Ella transita descalza los caminos en busca de su voz. (El horizonte es un espacio infinito) Entre grietas se escabullen las palabras est...